domingo, 24 de mayo de 2015

La prueba del amor


Cuando nos proponemos vivir la Castidad, cambiar de rumbo, empezar otra vez, levantarnos de nuestra caída, cuando decidimos optar por el verdadero amor, muchas veces, nos topamos con burlas, mensajes desalentadores, incluso una voz interior que nos dice que no podemos, que somos débiles, que volveremos a caer, que ya no merecemos nada, que somos indignos del amor.

Si esto sucede, es señal de que vamos bien. Sí!, porque el mundo ya percibió las diferencias, nuestra nueva pers
ona, nuestra nueva vida. Esto no debe ser motivo para entristecernos, sino para alegrarnos, porque en medio de todo eso, seguimos firmes, ¡Nuestra valentía se manifiesta!

El mejor camino siempre será el más difícil, el que nos pedirá sacrificios, esfuerzo, entrega, el que nos hará dar de nosotros el ciento por uno, el todo, el que nos entrenará; pues el amor también nos lo pide todo, nos exige todo.

Es ahí cuando estamos a prueba de que verdaderamente somos capaces de amar, cuando somos capaces también de darnos en nuestra totalidad, no en porciones, no a veces, sino siempre. Y así como nos lo pide todo, nos lo da todo, incluso más de lo que esperamos.

Cuando vamos avanzando en este camino del amor, más tentaciones se presentan, más obstáculos, pero lo mejor que podemos hacer es no perder de vista nuestro destino y salir victoriosos de esa lucha, con un gran NO, rechazarlos y seguir adelante. Y si nos caemos, nos ponemos de pie! Perder en una lucha es humano; ganar la batalla, en cambio, es a lo que estamos llamados. El amor es tan grande que cuando nos levantamos se encarga de curarnos y sanarnos para que continuemos adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario